Y se nos fue el 2007...
Le dimos una buena despedida, hay que decirlo, pero aun así me gustaría terminarlo aquí, por escrito, para dejar plasmado un poco lo que fue para mi este año.
Ahora, no se porque las personas tendemos a separar las cosas que vivimos, sufrimos, aprendemos según los años... "este año fue bueno", "ojala este año sea mejor", "por fin se terminó el 2007"... que se yo...
Pero no se, pensándolo bien, Dios no limita sus tiempos a los años, no se limita a darnos años buenos y malos... yo creo que las cosas tienen su tiempo y eso va más allá de la temporada primavera-verano o al año 2000 y algo...
Pero bueno, digamos que se puede separar la vida según los años... el 2007 para mi fue el mejor año que he vivido hasta ahora.
Se podría decir que fue perfecto, pero no porque todo fue feliz y nisiquiera porque las cosas salieron como lo planeé. De hecho, perdí muchas cosas, compañías muy valiosas, enfrenté un mundo que no conocía, tuve que aguantar cosas que me cargan, lloré, pero también reí, caminé por lugares que jamás hubiera conocido, alcancé cimas de montañas, alcancé cimas en mi vida.
Descubrí que puedo ser una mejor persona, una mejor hija, una mejor amiga, una mejor compañera. Aprendí a respetar los espacios, a hablar cuando pienso que es mejor quedarme callada y a quedarme callada cuando creo que debería hablar mucho.
Ordené mis prioridades y desucubrí a Dios como un nuevo amigo, como un nuevo defensor, como un Dios fiel, que se queda aun cuando ya no queda nada. Descubrí la esperanza.
Pasé más tiempo con mis amigos, hice más llamadas telefónicas, mandé más emails, di más consejos y recibí más apoyo.
Estudié, me hice más responsable, más sociable, más loca, más dispersa. Pinté cuadros, me hice un blog, llené más paginas en blanco que nunca...
Aprendí porqué el cielo es azul, porque existen los arcoiris, aprendí que Hernando de Magallanes es Ferdinand Magellan en inglés, que el mal de montaña no tiene que ver con experiencias previas ni con el estado físico...
Fui más honesta, más sincera y me di cuenta que la verdad vale más que cualquier otra cosa, más que una buena nota, más que mantener una amistad a mentiras, más que una reputación..
Pagué cuentas, destapé baños, cociné, viví sola, viajé, aprendí a hablar con los caballos, jugué con los niños...
Tuve que sacrificar a mi hurona, perdí a mi yegua, pero gané un grupo de adolescentes genial, sencillo, con tanto que aprender y compartir, gané valentía, madurez.
Leí más libros, vi más películas, tomé más chocolates calientes, tomé más helados, caminé bajo la lluvia y le sonreí al sol.
Como nunca tengo historias para contar. No hubo día igual al otro, no hubo rutina, no hubo momento en el que pudiera pensar que mi día ya lo tenía planificado, que era yo la que decidía a donde iva. Dios me llevó a distintos lugares, me mantuvo incómoda, porque la única forma de aprender es estar en un cierto estado de "peligro controlado", fuera de nuestra zona de comodidad, me hizo moverme, atreverme, mantenerme alerta... Me hizo ser de bendición, ayuda y compañía para muchas personas, me mostró lo orgulloso que está de mi y lo lejos que puedo llegar a través de él...
Y por eso puedo decir que el 2007 ha sido el mejor año que he vivido, por eso... por que lo viví en cada suspiro.
Yo no sé que será de mi el resto de este día, ni la próxima semana, ni el verano, ni en el año, ni en la vida, no se cuanto tendré que sufrir o cuanto es lo que podré disfrutar. Lo único que le pido a Dios es que me deje seguir viviendo, pero no vivir por vivir, si no que vivir así, a concho... Que, venga lo que venga, me ayude a tomarlo, aprender y seguir... y vivir.
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